Twitter no sólo es una red social que permite comunicarte con tus amigos, hacer activismo social o enterarte de las noticias, también es una fuente renovable de temas para bloguear, ocio y procrastinación … En la mañana de hoy —al abrir TweetDeck—, encontré en mi Time Line un enlace con la pregunta: “¿Y si todo funcionara con gasolina?”; al abrir el hipervínculo, encontré un curioso video de Nissan para promocionar su auto eléctrico, el simpático LEAF:
Para los que no lo conozcan (igual que yo hace unas horas), LEAF es el auto insignia de Nissan en la carrera por detener la dependencia del petroleo en el sector automotriz. Su nombre proviene de un juego de palabras entre leaf: hoja de árbol en inglés (acrecentando su matiz ecológico); y el retroacrónimo LEAF: Leading, Environmentally friendly, Affordable, Family car o Automóvil familiar, Líder, Ambientalmente amigable, De costo asequible… ¿DALA en español?
El lanzamiento de LEAF vino acompañado de una interesante campaña de marketing que incluye ejemplos como el anterior, donde la perturbadora experiencia de ir al dentista tiene un upgrade de combustible interno, o como el siguiente comercial con un agradecido oso polar:
Y si creen que sólo con marketing se venderán los coches eléctricos, están MUY equivocados. Afortunadamente, el lanzamiento de LEAF en Estados Unidos vino acompañado de interesantes descuentos en pago de impuestos al adquirir dicho vehículo. Este último hecho hace más interesante plantearse la compra de un LEAF (que aunque en su nombre lleva el concepto de asequible, aún es bastante caro) y la necesaria estación de carga del vehículo.
Según recuerdo, cuando fue lanzado el Civic Hybrid en México traía planeadas consigo algunas reducciones en impuestos, pero desconozco si nuestro lento (por no decir imbécil) aparato burocrático, bloqueó dichas propuestas o si es que se llegó a vender acaso alguna unidad de Civic Hybrid.